Escucho al "ser" que entra a la empresa gritando, que no es que esté enfadado, sino que es su tono de voz habitual, pero daña mis oídos y más aún a las ocho de la mañana, cuando necesito paz y tranquilidad para organizar mis tareas del día, y menos mal que no lo hace en mi despacho... pero aún así esa voz ronca, y ese acento garrulo dandole mil patadas al diccionario... ufff que desagradable es!!!
Ya te digo y es que las hienas proliferan! nefer
ResponderEliminarnefer: este no ejerce de hiena, (por suerte mi hiena se fue) este tan solo un cansino que grita de mas.
ResponderEliminarpues ya es viernes je
ResponderEliminar